Visión y Misión

DEPARTAMENTO NACIONAL DE MISIONERITAS
DE LAS ASAMBLEAS DE DIOS DE EL SALVADOR



VISIÓN

“SER UN DEPARAMENTO QUE EXISTÁ EN TODAS LAS IGLESIAS DE LAS

ASAMBLEAS DE DIOS, EN EL CUAL SE DESARROLLEN LOS RESPECTIVOS

PROGRAMAS DE MISIONERITAS, A FIN DE PREPARAR A SEÑORITAS Y NIÑAS

PARA QUE SEAN EN EL FUTURO, MUJERES ÚTILES A LA IGLESIA Y A LA

SOCIEDAD”.



MISIÓN

“IMPULSAR EL CRECIMIENTO DE LA ORG ZACIÓN DE MISIONERITAS,

MEDIANE LA APERTURA DE NUEVOS GRUPOS EN LAS IGLESIAS LOCALES DE

LAS ASAMBLEAS DE DIOS, CON BASE EN SUS PROGRAMAS, PARA GANAR A

NIÑAS Y SEÑORITAS QUE AÚN NO HAN SIDO SALVAS Y AYUDARLAS EN SU

DESARROLLO FÍSICO, MENTAL, EMOCIONAL Y ESPIRITUAL”.



OBJETIOS GENERALES

1- Ganar a las jóvenes para Cristo proveyéndoles programas y actividades interesantes que las motiven a obedecer los principios moralizadores de la palabra de Dios.



2- Elevar las normas morales y cívicas de sus miembros a través de su desarrollo físico, mental y espiritual.



3- Instruir a sus miembros en la doctrina bíblica que practican las Asambleas de Dios e instruirlas acerca de la obra misionera en el país y el extranjero.



4- Proporcionarles adiestramiento para que se conviertan en miembros activos de la iglesia local.





INTRODUCCION

Por muchos años hizo falta un programa dinámico estructural y sistemático que sirviera para la atención de las niñas y jovencitas de las iglesias de las A D. de Latinoamérica Se hadan esfuerzos aislados y sin resultados satisfactorios para solventar el problema. Gracias a la visión de líderes de Misioneritas de diferentes países de Latinoamérica y “Generación 21”, que unieron sus esfuerzos e ideas, fue posible elaborar programas apropiados que contienen las herramientas necesarias para cumplir con los objetivos que la organización se propone. Es así como la organización de Misioneritas ve la realización de su ideal: Disponer de un plan de estudios apropiado para las niñas y jovencitas. La Estructura educativa del programa de las Misioneritas provee instrucción y material suficientes para contribuir a la preparación de las mujeres del mañana en su camino por la vida. La atención especializada en diversas facetas mantiene el interés de las jovencitas que las 1Ievar a convertirse en protagonistas de la historia de la iglesia presente y futura.



El valor del programa de misioneritas radica en su especialización dentro del área femenina y misioneritas Su labor dentro del ministerio infantil abarca desde la atención de niñas muy pequeñas hasta las señoritas. Partiendo de las características de las misioneritas, cuya vida se desenvuelve en una etapa de transición de la niñez a la juventud al pasar por la adolescencia, es de importancia considerar los siguientes enfoques:



1. La Misioneritas y su Formación Educativa.



a) Definir la identidad de la misionerita como mujer.

Actualmente, la televisión, el Internet; el cine, la radio, han convertido a la mujer en un “objeto” capaz de vender cualquier producto en el mercado, induciéndola de esta manera al exhibicionismo, a la pornografía al uso de modas extravagantes, etc., alterando el concepto de la mujer y desvirtuando los valores espirituales y morales.

Ante la perversión disfrazada con el nombre de “modernismo”, se hace necesario ofrecer patrones de identidad según el consejo divino, que en todos los casos eleva la conciencia y marca las pautas de comportamiento. Filipenses 4:8, adoptado como el Código de las Misioneritas en el Programa, se relaciona con las normas que funcionan como indicadores de lo que es agradable a Dios, y pone al alcance de las jovencitas los lineamientos que desde el punto de vista divino deben seguirse.

El establecimiento de una escala de valores y atención especializada en el área femenina, da a conocer elementos propicios para tornar el corazón de las niñas y adolescentes hacia el amor de Jesucristo.



b) Definir la identidad de la misionerita como cristiana

En calidad de cristiana, la misionerita requiere conocer cuál es su posición dentro de la iglesia; esto contribuye a fortalecer su personalidad e identidad. Cada misionerita es un miembro en perspectiva y a pesar de no formar parte de una expresión económica, merece ser pastoreada debidamente. Cuanto más se interese el liderazgo en las adolescentes, más se cimientan sus convicciones, llevándolas a tomar decisiones claras y trascendentales para su vida. Misioneritas tiene la tarea de formar la mujer cristiana del futuro, las futuras líderes del CM.F. Y las madres del mañana, que tendrán la responsabilidad de enseñar a sus hijos/as.

Para visualizar el trabajo que realiza el programa de misioneritas, podemos analizar los lemas asignados a cada grupo: Margaritas (5-6 años) “Hablar de Jesús”; Rosas (7-8 años)”Seré buena y amable”; Estrellas (9-10 años) y Estrellas de Honor (12 y más años) “Porque nos interesamos servimos”.



II. La misionerita y su Formación Misionera.



Si en misioneritas no se enseñara sobre las misiones, nos quedaría grande el nombre. Haciendo honor a su nombre, las Misioneritas dan especial énfasis a las misiones. Cuando estas jovencitas alcancen la madurez física, emocional y espiritual, estarán tan impregnadas del sentir misionero, que se constituirán en sus precursoras, independientemente del país y las circunstancias.

Cultivando la semilla misionera en campos fértiles cómo lo son los corazones infantiles estamos asegurando la continuidad en la proclamación del evangelios. ¿Acaso las jovencitas no irán con el mensaje del evangelio por otras latitudes? De seguro en el futuro esas que ahora son niñas serán llamadas al campo misionero, pero hoy sus oraciones y ofrendas pueden trascender las fronteras de cualquier país para llevar al mundo el mensaje de salvación.

Hoy, Dios está utilizando mujeres de visión que penetren hasta el ser de la joven, que escuchen y aconsejen. Todo el potencial de las misioneritas debe ser abarcado con el interés de cumplir así el papel de testificar de Cristo. Pero esto no se alcanzará hasta que ella aprenda a ser una adoradora, con suficiente devoción a Dios.



LA RESPONSABILIDAD DE LA IGLESIA.



La iglesia del Señor existe para cumplir una misión en la tierra: Difundir el mensaje de salvación. De igual manera el incentivo que recibe la misionerita producirá una reacción positiva hacia su salvación y el servicio en la obra. La iglesia debe ser un santuario donde Dios se constituya en el dueño y Señor que ministra las necesidades, en especial de los niños y niñas.

Es inútil proponerse a ganar niñas y jovencitas para Cristo si la iglesia del Señor no está aún preparada para su conversión y desarrollo espiritual, social, emocional. El desafío para esta generación es aún mayor, porque la población aumenta juntamente con la corrupción y depravación social y nuestra sociedad es cada vez más insensible. No obstante será suficiente la provisión divina en cuanto a la unción del Espíritu Santo y las herramientas necesarias que Dios ha puesto en nuestras manos, para proporcionar la formación espiritual a nuestras jóvenes, y seamos así más eficientes en nuestra labor.

Que el señor nos ayude a ensanchar nuestra visión al máximo, y nuestra historia por lo tanto, llegará a ser otra. No sucederá como en los tiempos de Josué: “... pero murió Josué... y toda aquella generación... Y se levantó después de ellos otra generación, que no conocía a Jehová ni las obras que él había hecho”, Jueces 2:7-10. La alusión de este texto revela el fracaso de los adultos en la instrucción de la niñez y en su poco interés en que éstos conocieran a Jehová. Afortunadamente en la actualidad nuestro anhelo es que todas las generaciones tengan un encuentro con Cristo, lo suficientemente eficaz corno para esperar transformaciones evidentes que repercutirán en la historia eclesiástica. Como líderes no debemos olvidar nuestra responsabilidad ante el Señor de “pastorear los corderos del rebaño”. Pastores y líderes, manos a la obra!

Bendiciones!!




 

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